La pandemia, el reciclaje y la Economía Circular.
¡Tenemos más residuos! claro, hemos pasado mucho más tiempo en nuestras casas lo que ha aumentado los residuos domiciliarios de manera notable, generamos aproximadamente 1,3kg de basura al día por persona, esto nos da la friolera cifra de 8,1 millones de toneladas anuales que llegan a vertedero (según cifras del Min. Medio Ambiente), el uso excesivo de mascarillas y guantes de látex que hasta hoy no tienen ninguna normativa ambiental en Chile para deshacerse de ellos, es más, la titular del Ministerio de Medio Ambiente recomendó en febrero del 2021, separarlos de otros residuos, colocarlos en una bolsa plástica y botarlos a la basura, si leyó bien, a la basura, la máxima autoridad ambiental recomendando generar basura en su programa “Bota Responsable”, los cálculos rápidos dicen que si un chileno usa 2 mascarillas al día, el total es de 34 millones de ellas al día que van a ir a parar a un basural, con el consiguiente aporte a seguir llenándolos con toneladas y toneladas de material que demorará unos 500 años en desaparecer según cálculos científicos pero no demostrados.
Uno de los países que menos reciclamos según OCDE
Somos uno de los países que menos recicla según la OCDE y su última medición ambiental ocupamos el 2do lugar de atrás para adelante, lugar 36 de 37 totales, no obstante hemos hecho esfuerzos por salir de ese lugar, se agradece la ley REP (Ley de Responsabilidad Extendida al Productor) donde el que contamina paga, publicada en 2016 con el foco en 5 productos prioritarios (aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, baterías, envases y embalajes, neumáticos y pilas) Esto quiere decir que en el futuro todo productor o importador de algunos de estos productos y que los ponga en circulación en el mercado, estará obligado a hacerse responsable de ellos, de su recolección y valorización (es decir generar algo con ellos de mayor valor) en algún porcentaje por definir, por cierto llevamos 5 años esperando los reglamentos a la ley, no ha sido nada de fácil, la industria se resiste y la misma ley es bien compleja en cuanto a su institucionalidad para juntar a los actores necesarios y definir reglamentos, hoy tenemos reglamento para neumáticos y en envases y embalajes pero con un montón de dudas sobre su operación, implementación y ejecución. Poco a poco las empresas empiezan a comprender como manejarla, la necesidad de asociarse, de colaborar, de entender cómo hay que “hacerse cargo” del residuo generado y de la necesidad de crear toda una nueva industria que en Chile recién se está iniciando, “La industria de los residuos”, esta nueva industria prevé ser millonaria y de crecimiento rápido, un nuevo foco de negocios donde los emprendedores hoy tienen mucho que decir y hacer, los nuevos negocios van desde el apoyo a la reducción de generación de residuos de las empresas, el desarrollo de nuevos envases y embalajes menos contaminantes, el manejo de estos, separación , recolección de los mismos, la disposición final, etc. Se abre todo un mundo y una industria que va a ser una de las principales fuentes de nuevos trabajos en nuestro país. Se estima que solo en Santiago se pone en el vertedero cerca de US 220M de dólares en materiales que pudieron ser rescatados antes de llegar a ese punto sin retorno.
En síntesis, ¡parece que nos estamos haciendo cargo del problema!, ¿pero es esa la solución?, ¿realmente creemos que armar una industria millonaria para resolver nuestra contaminación detiene el problema?, la respuesta a todas luces es “NO”. El ser humano es el único ser vivo de este planeta que genera basura, ningún otro lo hace, que casi para todo lo que necesita hacer, deja una “marca basura” a su paso, todos los otros seres vivos de nuestro planeta son capaces de convivir en armonía con la naturaleza e incluso al término de su existencia se convierten en parte de la misma y aportan aunque sea nutrientes a su entorno, el ser humano no es igual, diseña productos, diseña servicios que dejan una estela de residuos y no repara en eso todavía, lo hace de manera inconsciente, porque no tenemos educación sobre el tema, las universidades educan sobre ser eficientes, sobre maximizar producciones pero todavía nos falta mucho para hacer reflexionar a esos mismos futuros profesionales sobre el costo de esa eficiencia y maximización de la producción, el costo ambiental que hipoteca el futuro de las siguientes generaciones.
Hoy estamos viviendo un pequeño “despertar sustentable” sobre eso y nos hemos volcado a una industria del reciclaje, pero eso es hacerse cargo del problema en la última línea y no prevenirlo, por eso es tan importante empezar a hablar de diseñar para no contaminar, de producir para generar y regenerar, empezar a hablar de una economía circular, donde dejamos atrás el extraer-transformar-usar y botar, para dar paso a un pensamiento sistémico que diseñe para ser re usado, que produzca para no generar residuo, que construya para ser reparado y en su defecto ser devuelto a un sistema producto, que se piense para que no termine en la basura, finalmente para que no tengamos reciclaje en el futuro.
Humberto Salinas GG www.pipartnergrop.com hsalinas@pipartnergroup.com
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